Contado desde la perspectiva de un padre humilde -quien en momentos de profundo dolor cuestionó las bondades de Dios-, este libro aborda los grandes desafíos de la crianza de un niño con necesidades especiales. Frente a una montaña de dudas y deudas, los Vujicic temían que su hijo Nick no fuera capaz de salir de la cama, mucho menos recibir una educación escolar, ganarse el sustento o tener una familia propia. Una vez que abandonaron sus expectativas para tener y educar al niño perfecto; con energía deslumbrante, su hijo imperfecto les enseñó que no hay límites en la vida para una persona llena de fe y con una actitud positiva a prueba de las dificultades más grandes, con el cariño inmenso de sus padres y de un Dios amoroso. Boris aborda lo que hizo Nick para superar el bullying, la desesperación y pensamientos suicidas. Además, se narran los retos cotidianos que vivió la familia ante las dificultades de ayudar a un hijo con discapacidades sin descuiar las necesidades de los otros hijos. La experiencia de criar un hijo perfectamente imperfecto ayudará a cualquier padre a entender que sí es posible encontrar la fuerza para brindarle a su hijo lo que necesita, a pesar del sufrimiento que viven. Dicen que la fe mueve montañas y los padres de Nick confirman esta sentencia, pues su fervor y lucha permanente hicieron de Nick un ejemplo universal que mueve -y conmueve- no solo montañas, sino los más duros corazones en todo el mundo.