Los padres que se apropian del evangelio tienen un efecto enorme en su matrimonio, su integridad y su amor por sus hijos. El descubrir cómo mantener el evangelio en primer plano en cada aspecto del matrimonio ayuda a los padres a temer a Dios, los sensibiliza ante el pecado, los motiva a entrar en el mundo de sus hijos y los hace predicar la belleza del evangelio a sus hijos a través de su matrimonio.