Keyla nos regala este nuevo libro en el que nos invita a leer, a cultivar la lectura en las casas, en los ámbitos escolares, laborales y, cómo no, en la comunidad de la fe. Para ella, la lectura, además de un ejercicio recreativo y ameno, es una practica que enriquece nuestras vidas y nos brinda recursos para lo convivencia social, la solidaridad y la practica profesional comprometida.