“A veces me pregunto: ¿Qué estoy haciendo aquí?”, dicen los voluntarios, “no siento que estoy tocando la vida de los niños”.
Esto se debe a la carencia de identidad en que mantenemos al personal voluntario que auxilian nuestros salones y provoca que abandonen las aulas de trabajo, haciendo imposible reclutar al personal.
En este libro encontrarás algunas ideas para revitalizar el ministerio infantil y te ayudara a reencausar tus objetivos.