C. H. Spurgeon dedicó parte de su vida a completar su “opus magna”. Un gran comentario al libro de los salmos que tituló “El Tesoro de David”. En ella expone versículo a versículo cada salmo y selecciona los mejores comentarios -sobre cada uno- por los Padres de la Iglesia, los Reformadores, los autores Puritanos y los comentaristas contemporáneos de su época. El Tesoro de David recopila lo mejor que se ha dicho y escrito sobre cada Salmo desde el Siglo II hasta finales del Siglo XIX.